Siguiendo con el proyecto de la Federación Internacional y terminado el período de dos meses en Guatemala, llega México. Un país de unas características diferentes a Guatemala sobretodo por las dimensiones geográficas y que obligan a un cambio en la forma de trabajar. En México hay que viajar, y como no podía ser de otra manera la planificación nos obliga constantemente a tomar el avión y el coche para recorrer gran parte de las zonas donde el balonmano tiene su espacio.
Para empezar Monterrey, después Chihuahua, Ciudad de México, Veracruz, Aguas Calientes, Colima, Cancún, Guanajuato, Mérida, Hermosillo, Tijuana. Casi nada, unos 13.000 km en dos meses, no cabe duda que el conocimiento y las inquietudes de nuestro deporte a lo largo de un país como México será, como siempre, una gran experiencia. Y como es normal espero corresponder ayudando a la formación de entrenadores y jugadores.